Estos fríos días de invierno solemos pasar más tiempo a casa que en la calle. Por eso, es ideal crear un ambiente con un cierto aire rústico y darle así una imagen a nuestro hogar similar al de las casas de campo. Aquí te enseñamos 4 estilos para que puedas adaptar alguno en casa tuya:
1. Es importante incorporar colores cálidos y neutros como el beige, arena, tierra y piedra. Para acabar de completar, siempre van bien los tonos rojos, amarillos y verdes que nos pueden proporcionar las plantas naturales. Esta gamma cromática se puede utilizar tanto en pintura para paredes, muebles o accesorios como almohadas, cortinas, esteras y ropa del hogar.
2. Las cortinas y visillos nos ayudan a vestir las ventanas y son clave para aportar calidez. Si la habitación es pequeña o con poca luz natural, optaremos solo por visillos ligeros para aprovechar bien la luz. En cambio, si disponemos de una gran cantidad de luz, podemos escoger visillos vaporosos junto con cortinas de un tejido más grueso que nos aportarán una imagen en conjunto mucho más elegante. Siempre que puedas elige textiles tipos lino o algodón por las cortinas.
3. Colocar algún mueble de madera o con aire artesanal siempre es ideal. Si están desgastados y con detalles de forja, crearemos un espacio único. Estos tipos de muebles de estilo marcado y normalmente en color oscuro se complementan perfectamente con piezas modernas o industriales que aportan frescura y sencillez.
4. La utilización de materiales rústicos, que son los que recuerdan a la naturaleza (madera, piedra y fibras naturales), es bienvenida. Las fibras naturales como el sisal y el mimbre son ideales para esteras o cestos. El ambiente rústico perfecto es aquel que reúne en un mismo aposento una chimenea combinada con estos materiales naturales.