El conflicto armado que mantienen las tropas rusas en suelo ucraniano se está dejando notar en la costa española. Los inversores rusos, muy activos en el mercado de la segunda residencia en provincias como Málaga o Alicante, han desaparecido del mapa. Y su regreso parece complicado incluso a medio plazo. La desbandada se explica por las sanciones impuestas por los gigantes de Occidente, que se han propuesto estrangular económicamente a Rusia. Esto ha tenido consecuencias para los grandes inversores del país, que han paralizado todas las operaciones que mantenían abiertas en España.
Gerard Duelo, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (Coapi,) sostiene que «desde que comenzó el conflicto con Ucrania, hace ya algunas semanas, prácticamente no se han cerrado ninguna operación inmobiliaria por rusos en España ». Según sus palabras, la mayoría de estos inversores se están replegando por temor a la imposición de nuevas sanciones financieras.
Duelo añade que «los inversores no están a favor de este conflicto», que ha sido «montado por el Gobierno de Putin». Pero aún así se están viendo penalizados por las decisiones del mandatario.
Fuentes del sector aseguran que las inmobiliarias han reforzado en los últimos años sus sistemas antiblanqueo. «Con tener la más mínima sospecha de que el origen de los fondos no está claro puede haber problemas con Hacienda. Por eso se extreman las precauciones». En este contexto de bloqueo de las cuentas rusas en el extranjero, estas precauciones se traducen en que las pocas operaciones que tenían entre manos los rusos se paralizan en las inmobiliarias.
Un posible gran impacto
Las inmobiliarias aseguran que todavía es pronto para cuantificar el impacto de la crisis, pero recuerdan también que el peso de los rusos en el sector inmobiliario español es reducido. Y ha ido a menos desde 2013, en parte por las tensiones vividas en estos años por Rusia y Ucrania.
Hay que tener en cuenta que los extranjeros aportan 12% de las compraventas anuales de España. De éstas, un 2,5% están protagonizadas por rusos. «Donde sí tienen un peso significativo es en las compras de viviendas de alta gama, ya que pagan una media de 2.125 euros por metro cuadrado, una cuantía muy superior a la media española, establecida en 1.704 euros el metro cuadrado».
Según los datos facilitados por el Colegio de Registradores, los rusos fueron los segundos extracomunitarios –sólo superados por los británicos– que más viviendas de más de 500.000 euros compraron en 2021, un total de 159 propiedades. En 2012, sin embargo, los rusos compraron 245 casas de más de 500.000 euros, casi el doble. Un recorrido inverso al realizado por los compradores estadounidenses: en 2012 compraron 15 viviendas de más de 500.000 euros y el año pasado cerraron 115 inmuebles.
La compra de casas valoradas en más de 500.000 euros permiten a estos inversores obtener la llamada Golden Visa, un visado de residencia para los ciudadanos extracomunitarios que se concede aunque no vivan en España y que ha sido especialmente utilizado por los rusos. Desde un despacho de abogados especializado en esta actividad aseguran que el Gobierno todavía no ha tomado ninguna decisión al respecto con este permiso. Dejan caer que la exclusión del mismo de estos compradores podría ser
«discriminatorio». Sin embargo, países como Portugal ya han decidido privar a los inversores rusos de este beneficio.
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Fuente: ABC.com.