El mercado inmobiliario estará marcado en 2023 por la inflación y la incertidumbre económica, y los tipos de interés tenderán a la estabilización mientras que la subida del precio del alquiler seguirá al alza.
Se pronostica que el euríbor comenzará a ajustarse cuando toque la barrera del 3%, y se descarta que supere ese nivel, siempre y cuando la inflación se mantenga controlada. Además, se confía en que los tipos de interés puedan abaratarse en el largo plazo, aunque sin llegar a las cifras de los últimos años.
Tomando como referencia el mercado estadounidense, que suele ir con seis meses de anticipación, se supone que la inflación también comenzará a moderarse en la eurozona, y especialmente en España, a lo largo de 2023. No parece que los tipos puedan seguir subiendo porque se enfriaría la economía y habría riesgo de entrar en recesión.
Menos demanda y más segunda mano
El mercado inmobiliario en 2023 también registrará una contracción de la demanda como resultado de la incertidumbre económica. Esto provocará, al mismo tiempo, que se ajusten los precio, de manera ligera, en algunas zonas.
En España se produjo un ajuste muy importante de precios entre 2008 y 2014, y en la gran mayoría de las zonas aún no se ha recuperado el nivel alcanzado en el pico de 2007, por lo que descartamos caídas significativas en ningún mercado.
Por otro lado, en las zonas tensionadas, con una fuerte demanda e interés por parte de inversores y compradores internacionales, se seguirá registrando una subida del precio del alquiler de forma moderada.
El contexto económico, además de reducir la demanda, también aumentará el tiempo de decisión de compra, ya que muchos interesados aplazarán la adquisición hasta contar con más seguridad. Esto hará que el número de transacciones de vivienda, que alcanzó cifras récord en los meses de recuperación tras la pandemia, experimente ciertos ajustes durante el próximo año, con cifras similares a las de 2019, que cerró con 501.085 transacciones.
El mercado inmobiliario seguirá en 2023 carente de obra nueva, lo que potenciará la venta de inmuebles de segunda mano. Los visados para la construcción de nueva vivienda registraron un 0,9% interanual en septiembre.
El volumen de construcción de obra nueva seguirá moderado porque el nivel de precios alcanzados debido al fuerte incremento de costes, tanto de materiales, energía y mano de obra, hacen que esta tipología de vivienda quede fuera del alcance de la mayoría de los compradores.
Con el repunte de la vivienda de segunda mano, ganará importancia el sector de la rehabilitación (un motor de crecimiento). El parque inmobiliario de vivienda en España es uno de los más antiguos de Europa, con una edad media de entre 40 y 50 años. La rehabilitación estará impulsada por los Fondos ‘Next Generation’ de la Unión Europea.

Cada vez se alquila más
La escasez de vivienda disponible para la compra desplazará la demanda al alquiler, donde el mercado también resulta insuficiente. Se estima que esta situación hará que los precios sigan tensionados en 2023. Esta problemática podría resolverse con incentivos fiscales que promuevan la salida al mercado de nueva vivienda en alquiler y rentas más asequibles. Pese a que hay una constante subida del precio del alquiler, el difícil acceso a la la vivienda en propiedad hace que se incremente la demanda de los pisos en alquiler.
Los jóvenes son los principales perjudicados por este escenario de incertidumbre, ya que se les dificulta el acceso al mercado inmobiliario, tanto en la compra como en el alquiler. Conseguir una mayor estabilidad laboral entre los menores de 35 años y, al igual que en los alquileres, el apoyo de la Administración será clave para revertir esta situación.
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